Geraldine Bazán enfrenta preguntas sobre Soto y Cecilia Galliano
La reciente separación entre Irina Baeva y Gabriel Soto ha desatado una serie de rumores sobre la posible participación de una tercera persona en la ruptura, señalando a Cecilia Galliano debido a su colaboración en la obra teatral “El precio de la fama”.
A pesar de las negaciones tanto del actor mexicano como de la actriz argentina sobre la existencia de un romance, la controversia ha tomado fuerza, con un seguimiento mediático constante sobre sus vidas personales.
Ante esta situación, la prensa abordó a Geraldine Bazán, exesposa de Gabriel Soto, para conocer su opinión al respecto y sobre el acoso mediático que ha estado enfrentando su exmarido.
Sin embargo, la actriz optó por no profundizar en el tema y se retiró rápidamente, evitando hacer comentarios adicionales al respecto.
“La verdad, esos son temas sobre los que no voy a opinar. Muchas gracias”, expresó Bazán frente a los medios de comunicación.
Además de su postura ante los rumores que rodean a su exmarido, Geraldine Bazán aprovechó la ocasión para explicar los motivos que la llevaron a tomar acciones legales contra Maxime Woodside, quien había hecho comentarios sobre su vida privada, específicamente sobre su relación con Soto, lo que la llevó a sentirse incómoda y vulnerable.
Esta situación refleja no solo el intenso escrutinio mediático al que se ven sometidos los involucrados, sino también las dificultades que surgen en este tipo de dinámicas interpersonales.
“Lo que quería era crear un precedente. Su trabajo lo respetamos, es una sinergia, pero no solo se trata de la cuestión en medios de comunicación y artistas, también creo que nuestra sociedad ya está yendo mucho más allá en el acoso, en hablar.
Un micrófono te da el poder de decir cualquier cosa sin tener un conocimiento de causa. La ley me otorgó medidas cautelares, también hizo que la persona física y la persona moral, en este caso la empresa, retirara todos los contenidos”, añadió durante su encuentro con los reporteros.
La exesposa de Gabriel Soto dejó claro que su objetivo no es encarcelar a nadie ni obtener dinero, sino más bien establecer un precedente, ya que considera que en nuestra sociedad y en México deben existir límites claros en cuanto al respeto a la vida privada de las personas.
En medio de este escenario mediático, Cecilia Galliano y Gabriel Soto han mantenido su postura de negar cualquier tipo de romance y han expresado su deseo de que se respete su intimidad. Por su parte, Irina Baeva ha optado por mantenerse al margen de los rumores y ha centrado su atención en sus proyectos profesionales.
Esta situación pone de manifiesto la delicada línea entre la vida personal y la exposición mediática a la que se ven sometidos los personajes públicos, así como la importancia de establecer límites claros en el tratamiento informativo de sus vidas privadas.
Esperamos que esta situación pueda resolverse de la mejor manera posible para todas las partes involucradas y que se logre un mayor respeto hacia la intimidad y la vida personal de los artistas y figuras públicas.
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